Juan Núñez Collado
La oración es necesaria, hoy más que nunca
Nuestra sociedad está atravesando por una etapa de mucha zozobra e incertidumbre.
Esta incertidumbre afectará, sin dudas, el desenvolvimiento de nuestra economía, ya que los agentes económicos se guían mucho por lo que John Mynas llamó las expectativas sobre lo que pueda venir en el orden político y social.
Por esta razón nuestros líderes políticos tienen la gran responsabilidad de tratar de buscar un entendimiento, basado en el respeto a la Constitución como piedra angular para preservar la institucionalidad por encima de todo.
Hoy más que nunca tenemos que implorar al Altísimo para que por medio de su Santo Espíritu ilumine a nuestros líderes, para que tengan la visión clara de que la búsqueda del Bien Común debe ser una meta común de todos, sin excepción, ya que la Patria, como madre común de todos, así lo reclama en estos momentos de zozobra e incertidumbre.
Por las presentes y futuras generaciones, es hora de deponer los intereses particulares en aras de que todos nos alineemos en la búsqueda de lo que más convenga a toda la Nación, ya que así todos saldremos beneficiados, pero si por el contrario caemos en el caos por no entendernos, todos vamos a perder como hijos de esta madre común de todos que es la Patria.
Ojalá que en todas las Iglesias, en especial la Católica y los hermanos de otras denominaciones, iniciemos una amplia jornada de oración por la paz y el buen entendimiento entre todos.
Recordemos que la oración es la debilidad de Dios y la fortaleza de los creyentes.
Esta incertidumbre afectará, sin dudas, el desenvolvimiento de nuestra economía, ya que los agentes económicos se guían mucho por lo que John Mynas llamó las expectativas sobre lo que pueda venir en el orden político y social.
Por esta razón nuestros líderes políticos tienen la gran responsabilidad de tratar de buscar un entendimiento, basado en el respeto a la Constitución como piedra angular para preservar la institucionalidad por encima de todo.
Hoy más que nunca tenemos que implorar al Altísimo para que por medio de su Santo Espíritu ilumine a nuestros líderes, para que tengan la visión clara de que la búsqueda del Bien Común debe ser una meta común de todos, sin excepción, ya que la Patria, como madre común de todos, así lo reclama en estos momentos de zozobra e incertidumbre.
Por las presentes y futuras generaciones, es hora de deponer los intereses particulares en aras de que todos nos alineemos en la búsqueda de lo que más convenga a toda la Nación, ya que así todos saldremos beneficiados, pero si por el contrario caemos en el caos por no entendernos, todos vamos a perder como hijos de esta madre común de todos que es la Patria.
Ojalá que en todas las Iglesias, en especial la Católica y los hermanos de otras denominaciones, iniciemos una amplia jornada de oración por la paz y el buen entendimiento entre todos.
Recordemos que la oración es la debilidad de Dios y la fortaleza de los creyentes.
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