

Reflejos
El Día Mundial del Medioambiente

El escenario futuro del siglo XXI no puede ser más retador, pues nos coloca frente al progreso y la esperanza que han traido como concecuencia los grandes avances científicos y tecnológicos, pero también nos pone frente a mundo en crisis, con problemas sociales, políticos, económicos y medioambientales, sobre los que debemos reflexionar.
Si el progreso moderno, el de la técnica, las máquinas, el consumo desmedido y la explotación indiscriminada de los recursos naturales, es sinónimo de calentamiento global, polución, y destrucción del campo, las aves, y los ríos, entonces no es verdadero desarrollo.
“Todo cuanto sea conservar el medio es progresar, todo lo que signifique alterarlo esencialmente, es retroceder”.
Debemos abogar y velar por un progreso que logre el equilibrio armónico entre naturaleza y técnica, entre desarrollo y humanismo.
Hay que organizar el crecimiento económico en base a unas nuevas relaciones hombre- naturaleza y reordenar la vida sobre postulados distintos, a partir de nuevos enfoques del sentido del progreso.
Aunque todos estamos de acuerdo en que la ciencia aplicada a la tecnología ha revolucionado la vida moderna, y hoy podemos disponer de cosas maravillosas y extraordianrias que nuestros abuelos jamás hubieran podido imaginar, no obstante, todo lo que tales inventos aportan a la humanidad (medios de transporte y comunicación, nuevas formas de pensamiento científico y filosófico, la transformación industrial, la exploración y conquista del espacio), preocupantes son los retos de los hombres y la mujeres del siglo XXI. Se impone un replanteamiento. Debemos asumir posiciones claras y firmes, ante el futuro que podemos crear para nosotros mismos, y el futuro que ahora debemos evitar, con un planeta gravemente desvalorizado.
Para un grupo de reconocidos científicos la naturaleza nos está diciendo que la reunión y los signos cada vez más evidentes del caos climático causado por el hombre, necesita de un proyecto global común para cambiar los patrones actuales que rigen la vida económica, industrial y comercial. Los cambios en los patrones de lluvia y el preocupante fenómeno del calentamiento global debe ser un tema de preocupación para todos los gobiernos del mundo.
Existen datos científicos suficientes que demuestran que la temperatura está aumentando y lo más grave: el resultado de este aumento es el hombre y sus múltiples actividades que sólo han deteriorado el medio ambiente. El cambio climático y el efecto invernadero no son consecuencias de la naturaleza en si misma, sino que son el resultado de la actividad- desproporcionada- del ser humano destruyendo, precisamente, a esa naturaleza.
El fenómeno del calentamiento global (aumento de la temperatura media en todo el planeta, que incluye la atmósfera terrestre y la de los océanos) es grave. Sus futuras consecuencias tendrán impacto en la producción de aliementos, la escacez de agua, y la posible infestación de incectos, virus, o bacterias.
El núcleo del tema es, cómo la especie humana responderá a esos cambios. La noticia esperanzadora es que los líderes mundiales enfoquen su desempeño en soluciones visionarias y den respuestas a las causas reales de los problemas humanos más álgidos: la ignorancia y la falta de educación.
La conmemoración del “Día Internacional del Medioambiente” el pasado día 5 del presente mes, es ocasión propicia para una reflexión.
ingridderodriguez@hotmail.com
El Día Mundial del Medioambiente
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